El ministro de Defensa, Yoav Gallant, describió los planes de Israel para la siguiente fase de su guerra en Gaza, con un nuevo enfoque más selectivo en la sección norte del enclave y seguir con la persecución de los líderes de Hamas en el sur.
El anuncio lo hizo cuando Israel seguía reduciendo sus fuerzas en Gaza para permitir que miles de reservistas vuelvan a sus puestos de trabajo, tras la creciente presión internacional para que baje la intensidad a sus ataques.
«En la región septentrional de la franja de Gaza, pasaremos a un nuevo enfoque de combate de acuerdo con los logros militares sobre el terreno», dijo la oficina de Gallant en un comunicado en el que, sostuvo, se esbozan los principios rectores que reflejan la visión de Gallant para las próximas fases de la guerra.
Las operaciones incluirían incursiones, demolición de túneles, ataques aéreos y terrestres y misiones de fuerzas especiales.
En el sur del enclave asediado, donde vive actualmente la mayor parte de los 2,3 millones de habitantes de Gaza, muchos de ellos en tiendas de campaña y otros refugios temporales, la operación continuaría para tratar de eliminar a los dirigentes de Hamas y rescatar a los rehenes israelíes.
«Continuará durante el tiempo que se considere necesario», afirmó el comunicado.
Tras la guerra, Gallant afirmó que Hamas dejaría de controlar Gaza e Israel se reservaría su libertad de acción operativa, pero precisó que no habría presencia civil israelí y que los organismos palestinos estarían a cargo del enclave.
Los residentes de Gaza son palestinos, por lo tanto los organismos palestinos estarán a cargo, con la condición de que no habrá acciones hostiles ni amenazas contra el Estado de Israel».
Israel lanzó su ofensiva en Gaza tras el ataque del 7 de octubre de hombres armados de Hamás que mataron a unas 1.200 personas en comunidades cercanas a Gaza y tomaron como rehenes a unas 240, según estimaciones israelíes.
La ofensiva israelí ha matado a más de 22.000 personas, según las autoridades sanitarias palestinas, ha obligado a la mayoría de la población a abandonar sus hogares y ha reducido a escombros gran parte de Gaza.
Por otra parte, el ministro de Exteriores de Reino Unido, David Cameron, ha hecho este jueves un llamamiento a las autoridades de Israel para que se comprometan a permitir el ingreso de más ayuda humanitaria en la Franja de Gaza para poder así ponerle freno “al hambre y las enfermedades”, desatadas en las últimas semanas.
Durante su visita a Kosovo, Cameron ha reconocido estar preocupado por la situación humanitaria en el enclave palestino: “Israel tiene derecho a combatir a Hamas e impedir que se repitan los acontecimientos del 7 de octubre, que fue una masacre atroz y un acontecimiento atroz, y los apoyamos mientras lo hacen”.
También se ha referido a la tensa situación en el mar Rojo, donde los rebeldes hutíes están lanzando ataques contra embarcaciones civiles, comerciales y de guerra en solidaridad con la población palestina y con el objetivo de atentar contra los intereses de Israel.
“Esto es ilegal. No tiene que ver con Gaza, no tiene que ver con Israel. Se trata de la libertad de navegación. Se trata de la capacidad de los barcos para transportar su carga”, ha defendido un Cameron que, sin embargo, no ha brindado detalles sobre qué medidas podría tomar Londres al respecto.