Cómo funciona el chip cerebral de Elon Musk que controla dispositivos con el pensamiento

En un avance científico que busca cambiarle la vida a las personas cuadripléjicas, el multimillonario y emprendedor, Elon Musk, anunció al mundo que su startup Neuralink logró implantar un chip cerebral en una persona en forma exitosa y “con resultados prometedores”.

La empresa de neurotecnología cofundada por Musk en 2016 tiene como objetivo construir canales de comunicación directos entre el cerebro y las computadoras a través de dispositivos complejos que buscan mejorar la vida de las personas afectadas en su movilidad.

La ambición es potenciar las capacidades humanas, tratar trastornos neurológicos como la ELA o el Parkinson y tal vez algún día lograr una relación simbiótica entre los humanos y la inteligencia artificial.

“El primer ser humano recibió ayer un implante de Neuralink y se está recuperando bien. Los resultados iniciales muestran una prometedora detección de picos neuronales”, dijo Musk en una publicación en X, la red social de la que es propietario y que antes se conocía como Twitter.

La noticia se da a conocer luego de que la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) autorizara en mayo del año pasado a la empresa de Musk a llevar a cabo experimentos en humanos con su innovadora tecnología Telepathy, ya probada en monos hace tres años en forma exitosa.

Según Musk, Telepathy permitirá “controlar el teléfono o el computador, y a través de ellos casi cualquier dispositivo, con sólo pensar. Los primeros usuarios serán personas que hayan perdido la funcionalidad de sus extremidades”.

“Imagínese que Stephen Hawking pudiera comunicarse más rápido que un mecanógrafo o un subastador. Ese es el objetivo”, agregó el empresario, haciendo referencia al fallecido científico británico que padecía de enfermedad motoneuronal.

El chip llamado N1 tiene 8 milímetros de diámetro y presenta 64 cables ultrafinos llamados hilos, que se comparan en tamaño con las neuronas del cerebro, que es el equivalente al diámetro de un cabello dividido por 10. Estos cables albergan electrodos y aislamiento.

“Los hilos de nuestro implante son tan finos que no pueden ser insertados por la mano humana. Nuestro robot quirúrgico ha sido diseñado para insertar estos hilos de manera confiable y eficiente exactamente donde deben estar”, explicó Neuralink.

El procedimiento quirúrgico consiste en que un robot realiza una incisión de 2 milímetros que se dilata a 8 milímetros, dejando expuesto el cráneo del paciente, donde va colocado el chip. Según había dicho Musk, la operación de instalación puede demorar hasta dos horas y el usuario puede estar bajo anestesia parcial durante toda la cirugía.

El chip se implanta en el cerebro evitando tocar ninguna vena o arteria, gracias al intrincado diseño del robot. La tecnología de Neuralink funciona principalmente a través de un implante llamado “Link”, un dispositivo del tamaño de cinco monedas apiladas que se coloca dentro del cerebro humano mediante esta cirugía invasiva.

La empresa afirma que estos 64 hilos conectados al chip permiten que su implante experimental -alimentado por una batería que puede cargarse de forma inalámbrica- registre y transmita señales cerebrales también de forma inalámbrica a una aplicación que decodifica cómo pretende moverse la persona.

El chip de Neuralink funciona captando las señales eléctricas que se producen en el cerebro cuando la persona piensa o hace algo. Los hilos muy finos tienen electrodos que se insertan en diferentes zonas del cerebro según lo que se quiera medir o estimular. El chip se comunica con una computadora por medio de un dispositivo inalámbrico que se coloca detrás de la oreja. Así, se puede enviar y recibir información entre el cerebro y la computadora, lo que permite controlar dispositivos externos o modificar el funcionamiento cerebral.

El objetivo, explicó la compañía, es “restaurar la independencia y mejorar vidas, hemos creado una experiencia BCI (experiencia total) que permite un control informático rápido y confiable y prioriza la facilidad de uso. Tiene la capacidad de controlar computadoras, teléfonos inteligentes y varios otros dispositivos sin tocarlos”.

Más de 200.000 personas en todo el mundo ya utilizan algún tipo de BCI, principalmente por motivos médicos. Quizás el caso de uso más conocido sean los implantes cocleares, que permiten a las personas sordas, en cierto sentido, oír . Otro caso de uso preeminente es la prevención de ataques epilépticos: los dispositivos existentes pueden monitorear la actividad de las señales cerebrales para predecir ataques y advertir a la persona para que pueda evitar ciertas actividades o tomar medicamentos preventivos.

La fase inicial del proyecto se centraría en ayudar a la industria de la salud. El sistema podrá ayudar a personas parapléjicas con tareas sencillas como usar un teléfono o controlar una computadora. También ayudará en la investigación de señales eléctricas cerebrales y el desarrollo de fármacos para diversas afecciones médicas.

Otra posibilidad a futuro, según sus desarrolladores, será la de restaurar el habla, el movimiento e incluso la memoria. Eventualmente, los humanos podrán incluso comunicarse entre sí sin hablar lo que implicaría leer las mentes de otras personas.

Elon Musk ha sugerido que el objetivo final es que individuos afectados por enfermedades degenerativas puedan llegar a comunicarse a velocidades incluso superiores a las de un mecanógrafo experto. Sin embargo, antes de alcanzar la comercialización, Neuralink y otras empresas del sector deben superar diversas fases de pruebas, incluida la recopilación intensiva de seguridad de datos y ensayos, para obtener la aprobación final de la FDA. Según la empresa de datos la empresa Pitchbook, el año pasado Neuralink, con 400 empleados y sede en California, recaudó al menos 363 millones de dólares.

Aunque acapara la mayoría de los titulares, Musk no es el único que intenta hacer avances en este campo, que se conoce oficialmente como investigación de interfaz cerebro-máquina o cerebro-computadora.

Si bien el dispositivo de Neuralink puede parecer ciencia ficción, los neurocientíficos han estado desarrollando este tipo de tecnología desde la década de 1970. En 2016, un hombre paralítico utilizó BCI para controlar un brazo robótico en un histórico choque de puños con el presidente Barack Obama.

Este sector está experimentando un crecimiento significativo, con otras empresas como Synchron, Precision Neuroscience, Paradromics y Blackrock Neurotech desarrollando sistemas capaces de descifrar señales cerebrales y traducirlas en comandos para tecnologías externas.

La empresa Synchron, con sede en Australia, implantó su primer dispositivo en un paciente estadounidense en julio de 2022.

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