El ataque terrorista de Hamas a Israel y la guerra en Gaza desató una ofensiva antisemita en los Estados Unidos que exhibió su profundo contagio durante las protestas estudiantiles. La Liga Antidifamación (ADL) confirmó que los incidentes contra los judíos se incrementó un 140 por ciento en 2023, mientras que la Casa Blanca ratificó que China, Irán y Rusia manejan miles de cuentas en las redes sociales para multiplicar las agresiones discriminatorias.
“A medida que se ha vuelto cada vez más difícil para los usuarios de las redes sociales acceder a información verificable sobre los acontecimientos sobre el terreno durante la semana pasada, varios actores estatales también han sumado sus voces al ruido. Rusia, China e Irán, entre otros actores, parecen estar explotando la crisis para promover sus propias agendas geopolíticas glorificando la violencia y difundiendo afirmaciones falsas y no verificadas sobre los acontecimientos en Israel y Gaza”, describe un informe del Instituto para el Diálogo Estratégico.
La administración Biden tiene idénticas conclusiones y desplegó una batería de medidas para acotar los márgenes de maniobra de las cuentas falsas que se controlan desde Beijing, Moscú y Rusia. Ese esfuerzo doméstico unió los esfuerzos del Consejo de Seguridad Nacional, el Departamento de Estado y el Pentágono.
Estados Unidos también busca coordinar estas actividades de contención con los países del G7 -Alemania, Japón, Canadá y Francia, por ejemplo-, y hace diez días hubo una reunión en La Haya liderada por Elizabeth Richard, coordinadora de lucha para el contraterrorismo del Departamento de Estado.
Los regímenes autoritarios de China, Rusia e Irán promueven información falsa a nivel global, y esa campaña impacta en la opinión pública en los Estados Unidos, que finalmente desemboca en los ataques antisemitas o en la ocupación de las universidades como sucedió en Columbia y en California.
Las protestas estudiantiles en las universidades, el voto masivo a favor de Palestina en las Naciones Unidas, el pedido de captura contra Benjamin Netanyahu y la decisión de tres países europeos -España, Irlanda y Noruega- de reconocer al estado palestino incrementaron los ataques antisemitas en Estados Unidos y potenciaron los mensajes discriminatorios en las redes sociales.
La Casa Blanca asume que ese ofensiva se multiplicará en las próximas semanas, ante la posibilidad de acordar un cese del fuego en Gaza que además implique la libertad de los rehenes y un incremento en la ayuda humanitaria en la Franja.
Los expertos de la administración Biden explican que una mayor presión en las redes sociales condiciona la capacidad de negociación del gobierno israelí, que se encuentra flanqueado por las críticas domésticas y la posverdad desplegada en las cuentas en X, Facebook y Tik Tok que se manipulan desde China, Irán y Rusia.
En este contexto, se ratificó además una compleja preocupación geopolítica: el discurso promovido por Xi Jinping, Alí Jamenei y Vladimir Putin exhibe la intención de debilitar los sistemas democráticos para ocupar nuevos espacios de poder a nivel global.