La NASA lanzó este sábado el primero de un par de innovadores satélites climáticos que estudiarán, por primera vez, las emisiones de calor en los polos de la Tierra. Sus datos serán clave para el trabajo de los científicos que analizan los cambios en la atmósfera y predicen las condiciones para el futuro próximo.
El satélite conocido como CubeSats 1 tiene el tamaño de una caja de zapatos y fue lanzado por un cohete Electron de Rocket Lab, desde el Complejo de Lanzamiento 1 de la compañía Mahia, en Nueva Zelanda, a las 03:41 hora del este. Los controladores terrestres confirmaron que habían establecido contacto con el dispositivo casi cinco horas más tarde, a las 08:48.
La nave está equipada con un espectómetro infrarrojo térmico, que se compone de varios espejos y detectores con formas especiales que permiten dividir y medir la luz infrarroja, y un termopar, similar a los sensores de los termostatos domésticos, con los que realizará sus lecturas. Así, la misión PREFIRE buscará proporcionar a los expertos con nuevo datos sobre un abanico de variables climáticas, que incluyen desde la temperatura atmosférica y las propiedades de la superficie, hasta datos sobre el vapor del agua y las nubes.
“La misión PREFIRE ayudará a cerrar una brecha en nuestra comprensión de cuánto calor de la Tierra se pierde en el espacio desde el Ártico y la Antártida. El análisis de las mediciones PREFIRE informará a los modelos climáticos y de hielo, proporcionando mejores proyecciones sobre cómo un mundo en calentamiento afectará la pérdida de hielo marino, el derretimiento de las capas de hielo y el aumento del nivel del mar”, apuntó la NASA en un comunicado en el que sumó que este dato es de gran importancia ya que la diferencia entre ambos es la que determina la temperatura y el clima en el planeta.
Por su parte, Karen St. Germain, directora de la división de Washington de Ciencias de la Tierra de la agencia espacial, destacó que aunque “los CubeSats puedan ser pequeños, su información es crucial para los agricultores que rastrean los cambios en el clima y el agua, las flotas pesqueras que trabajan en mares cambiantes y comunidades costeras fortaleciendo su resiliencia”. “Nuestro planeta está cambiando rápidamente, y en lugares como el Ártico, de maneras que la gente nunca antes había experimentado. PREFIRE nos permitirá (…) mejorar el clima y los modelos meteorológicos y ayudar a las personas de todo el mundo a lidiar con las consecuencias del cambio climático”, agregó Tristan L’Ecuyer, investigador principal del proyecto por la Universidad de Wisconsin, Madison.
El segundo satélite de la misión será lanzado en los próximos días -aún no se conoce la fecha exacta- con su propio cohete Electron, desde el mismo complejo neozelandés. De transcurrir los primeros 30 días del período de prueba con éxito, durante los cuales se sumará al otro CubeSat y será evaluado meticulosamente por los ingenieros, permanecerán durante por lo menos diez meses en el espacio.