Rusia reiteró en las últimas horas que responderá al despliegue de armamento de largo alcance en Alemania que Estados Unidos tiene previsto en 2026, inclusive, con misiles nucleares. El viceministro de Exteriores del Kremlin, Sergei Riabkov, declaró tras el anuncio de la semana pasada de los aliados que “no se descarta ninguna opción” y “la naturaleza de la reacción será decidida con calma y de forma profesional”, en base a los escenarios posibles y las capacidades disponibles, contemplando incluso “un posible incremento considerable del potencial nuclear estadounidense”.
“En esta situación, teniendo en cuenta las capacidades combinadas de los países que son miembros de la OTAN, debemos calibrar nuestras respuestas, sin ninguna limitación interna en términos de qué, dónde y cuándo puede y debe desplegarse. Es decir, las opciones deben ser las más amplias posibles”, comenzó diciendo e insistió en que “nada nos detendrá a la hora de garantizar nuestra seguridad en todo el perímetro de las fronteras”.
Asimismo, descartó que se trate de una amenaza para Occidente o para cualquier otro actor internacional, sino que es “una vía para buscar el algoritmo más efectivo, en términos de costes, para responder a unos desafíos cambiantes”. “Lamentablemente, siguen este camino de escalada bajo las excusas inventadas en la búsqueda de motivos para acusarnos de algo más que amenace a su seguridad”, sentenció sobre los aliados.
A continuación, cargó también contra Berlin y lo acusó de fomentar una “destrucción total de los acuerdos sobre control de armas en la zona” y de conducir a un aumento de las tensiones en la región.
“Si los representantes del Gobierno de Alemania consideran justificado poner en marcha una escalada bajo la excusa de que tenemos algo en esta región, nosotros reaccionaremos con medidas compensatorias del modo que consideremos más adecuado”, defendió.