La posibilidad de regenerar dientes, un sueño largamente anhelado por la ciencia y por todos, parece estar más cerca que nunca. Un nuevo medicamento mostró resultados prometedores en la regeneración del tejido dental, y abrió la puerta a una nueva era en la odontología.
Un grupo de científicos de la Universidad de Kyoto y la Universidad de Fukui logró un avance significativo. El equipo de investigación, encabezado por el profesor Katsu Takahashi, autor principal del estudio y profesor titular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Kyoto, publicó los hallazgos del estudio en Science Advances. El medicamento que podría permitir el crecimiento de dientes nuevos en adultos está cada vez más cerca.
“La premisa fue sencilla: si modificar los genes lleva a tener menos dientes, debería ser posible aumentar la cantidad de dientes mediante una técnica similar”, comentó Takahashi, quien es también director del departamento de Odontología y Cirugía Oral en el Hospital Kitano del Instituto de Investigación Médica en Osaka.
Desde 2005, Takahashi ha estado estudiando los efectos de la proteína USAG-1 en la dentición. Descubrió que la ausencia de esta proteína, lograda mediante la manipulación genética en ratones, reducía el número de dientes. Con base en estos hallazgos, trabajó en la creación de un medicamento con propiedades de anticuerpo que neutraliza eficazmente la USAG-1.
El ensayo se extenderá desde septiembre de 2024 hasta agosto de 2025 con humanos. Así, involucrará a 30 hombres de entre 30 y 64 años que carecen de al menos un molar. Se evaluará la eficacia de este tratamiento intravenoso en la regeneración dental, tras los exitosos experimentos preliminares en hurones y ratones realizados en 2021, en los que no se observaron efectos secundarios significativos. Los investigadores tienen como objetivo comercializar este medicamento para 2030.
En la siguiente fase del estudio, el Hospital Kitano administrará el medicamento a niños de entre 2 y 7 años con deficiencias dentales congénitas. Actualmente, los científicos están reclutando pacientes jóvenes con la condición de que les falten al menos cuatro dientes desde su nacimiento. El principio activo del medicamento desactiva una proteína llamada USAG-1, que inhibe el crecimiento de los dientes. “Ambas especies comparten casi las mismas propiedades de USAG-1 que los humanos”, explicaron los investigadores.
El descubrimiento realizado por un equipo de científicos de la Universidad de Kyoto y la Universidad de Fukui se centra en una proteína llamada USAG-1, que inhibe el crecimiento dental. Al desactivar esta proteína, los investigadores observaron que es posible estimular el crecimiento de nuevos dientes, lo cual no solo beneficiaría a personas con enfermedades congénitas, sino también a aquellos que perdieron piezas dentales debido a caries o lesiones.
Los científicos identificaron un anticuerpo monoclonal que bloquea la interacción entre USAG-1 y las proteínas morfogenéticas óseas (BMP). Esta técnica, utilizada previamente en tratamientos contra el cáncer, mostró eficacia en la promoción del crecimiento dental.
El fármaco, creado por Toregem Biopharma, se basa en un descubrimiento científico que activa los “brotes dentales” que la mayoría de las personas tienen en sus encías, pero que normalmente no se convierten en dientes y se atrofian.
Los resultados fueron inicialmente observados en ratones, y luego se replicaron con éxito en hurones. Según los investigadores, “ambas especies comparten casi las mismas propiedades de USAG-1 que los humanos”.
A los animales tratados les creció un nuevo diente frontal que tenía la misma forma y composición que los dientes naturales. El potencial de este tratamiento es significativo.
“El equipo cree que en el futuro será posible que les crezcan piezas no solo a personas con enfermedades congénitas, sino también a aquellas que han perdido dientes debido a caries o lesiones”. No obstante, aún quedan varios pasos por recorrer antes de que esta técnica pueda ser aplicada clínicamente en humanos.
La pérdida de dientes es un problema que afecta a millones de personas en todo el mundo, producto de diversas causas. Según la Asociación Dental Americana (ADA), la enfermedad periodontal, una infección grave de las encías, es una de las principales razones. Esta enfermedad daña el tejido y el hueso que sostienen los dientes, lo que eventualmente puede llevar a su caída si no se trata adecuadamente.
Otra causa significativa de la pérdida dental es la caries severa, una afección muy común que ocurre cuando las bacterias en la boca producen ácidos que descomponen el esmalte dental. La caries no tratada puede progresar hasta destruir el diente y requerir su extracción, especialmente en poblaciones con acceso limitado a servicios de salud dental.
El trauma físico es también una causa importante de la pérdida de dientes. Accidentes, caídas o impactos durante actividades deportivas pueden resultar en la avulsión dental. El Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial de los Estados Unidos (NIDCR, por sus siglas en ingés) sugiere que el uso de protectores bucales durante actividades de alto riesgo puede prevenir estos incidentes.
Las condiciones médicas subyacentes, como la diabetes, pueden aumentar el riesgo de pérdida de dientes. Según los expertos de The Mayo Clinic, los niveles elevados de azúcar en la sangre pueden afectar la salud de las encías, facilitando la aparición de infecciones y complicando la cicatrización. Un manejo adecuado de estas condiciones es crucial para mantener una buena salud bucal y prevenir la pérdida dental.