Israel denunció que un ataque de Hezbollah en los Altos del Golán dejó al menos doce niños y adolescentes muertos

El servicio de urgencias médicas de Israel informó que al menos doce niños murieron este sábado en los Altos del Golán tras una andanada de cohetes disparados desde el Líbano por los terroristas de Hezbollah. Eli Bin, jefe del servicio de urgencias Magen David Adom, informó de nueve muertos y más de 20 heridos, 9 de ellos en estado crítico, tras el impacto de un cohete en la localidad de Majdal Shams.

Se trató del “ataque más mortífero contra civiles israelíes desde el 7 de octubre” y “prepararemos una respuesta contra Hezbollah, actuaremos”, sostuvo el portavoz militar Daniel Hagari.

El primer ministro, Benjamin Netanyahu, se comunicó con el líder druso israelí, Muafak Tarif, y le dejó en claro que “Israel no permitirá que el ataque asesino pase desapercibido y Hezbollah pagará por ello un alto precio que aún no ha pagado”.

Las víctimas son todos adolescentes de entre 10 y 20 años, ya que el principal impacto se produjo en una cancha de fútbol donde el grupo jugaba un partido, indicó Roni Kaplan, portavoz del Ejército. “Su única culpa fue ir a jugar al fútbol”, escribió.

“El Islam radical, encarnado en Hamas y Hezbollah, asesina niños inocentes jugando al fútbol, con armamentos que se industrializan en fábricas iraníes, como muchísimos de los armamentos de la coalición liderada por Teherán que desde el 8/10 está atacando Israel. Mientras que para Israel la muerte de civiles es una tragedia, para Hamas y Hezbollah el asesinato de civiles, niños, niñas, mujeres, hombres y ancianos inocentes es una estrategia”, denunció a continuación.

Las alarmas se dispararon en la ciudad de Majdal Shams cerca a las 17:24 hora local, cuando el sistema de defensa antiaérea detectó el ingreso de 30 proyectiles provenientes del país vecino. Más tarde, a las 17:55 hora local se activaron las sirenas en el área de Neve Ativ, ante la presencia de otros diez cohetes. Algunos de ellos fueron interceptados, otros cayeron en zonas abiertas y uno impactó sobre el terreno.

Todos los lanzamientos, más de 80, fueron atribuídos al grupo terrorista chií libanés Hezbollah, que ataca a diario el norte de Israel.

“Tras las evaluaciones realizadas por las Fuerzas de Defensa y la información de inteligencia disponible, Hezbollah está detrás del lanzamiento de cohetes, que causaron numerosas víctimas civiles, incluidos niños”, señalaron desde el Ejército.

Con el correr de las horas y el avance de la investigación, Hagari precisó que se trató de un cohete iraní Falaq-1, fabricado en Irán, “con una ojiva de más de 50 kilogramos de explosivos” y que “sólo utiliza el grupo terrorista Hezbollah, que llevó a cabo este ataque desde Chebaa”.

Tras el impacto de los proyectiles, el servicio de emergencia Magen David Amon movilizó ambulancias y helicópteros a la zona para asistir a la víctimas, mientras un equipo de expertos en desactivación de bombas de la Policía inspeccionaba el área para “eliminar cualquier riesgo adicional en las múltiples municiones” que cayeron. Asimismo, según uno de los médicos del MDA, las alarmas siguieron sonando momentos después del ataque.

“Fuimos testigos de una gran destrucción cuando llegamos al campo de fútbol, así como de objetos que estaban en llamas. Había víctimas en el césped y la escena era espantosa. Inmediatamente comenzamos a tratar a los heridos y algunos fueron evacuados a clínicas locales”, sumó el profesional de la salud.

Videos difundidos en redes sociales mostraron a los padres de los niños acercándose al lugar entre gritos y llantos desgarradores.

Por otro lado, el teniente general Herzi Halevi, el Comandante de las brigadas del norte, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, y otros miembros de la cartera militar están llevando a cabo una evaluación exhaustiva de los hechos para determinar por qué no se interceptó la amenaza, y Netanyahu convocó a una reunión de seguridad desde Estados Unidos, donde está en el marco de una invitación de los legisladores locales.

Poco más tarde, se conoció que había adelantado su vuelo de regreso desde Washington casi cinco horas para poder seguir de cerca la situación.

De momento, se pudo constatar que sí se activaron las alarmas correspondientes pero “se trata de una alerta inmediata, demasiado breve”, que no habría dado tiempo a los niños a ponerse a resguardo.

“No hay duda de que Hezbollah cruzó todas las líneas rojas (con este ataque). Nos enfrentamos a una guerra total”, dijo en tanto el ministro de Exteriores, Israel Katz, a lo Hagari insistió que “actuaremos en consecuencia” contra el grupo.

El presidente israelí, Isaac Herzog, repudió el hecho en sus redes sociales y lo describió como un “desastre terrible e impactante, verdaderamente desgarrador”. “No hay palabras que puedan consolar a las familias de las jóvenes víctimas que perdieron la vida sin culpa alguna. Hezbollah, armado y financiado por Irán, no distingue entre niños y adultos, soldados y civiles, judíos o musulmanes”, denunció.

“El mundo no puede seguir sentado en silencio ante los ataques terroristas de Nasrallah, que se producen a instancias del imperio del mal en Irán. El Estado de Israel defenderá firmemente a sus ciudadanos y su soberanía”, sentenció a continuación.

En tanto se garantiza la seguridad nuevamente, las autoridades pidieron a los residentes de la zona, entre ellos Nimrod, Neve Ativ, Odem, El-Rom, Merom Golan, Ein Zivan y Qela Alon, que permanezcan en sus hogares.

Se cree que este episodio fue en represalia por el ataque de la noche sobre el sur del Líbano en el que cuatro combatientes enemigos fueron eliminados. No obstante, Hezbollah negó estar relacionado a estas maniobras.

“La Resistencia Islámica en el Líbano desmiente categóricamente las acusaciones vertidas por algunos medios de comunicación enemigos y diversas plataformas mediáticas sobre la acción que tuvo como objetivo Majdal Shams. La Resistencia Islámica no tiene nada que ver en absoluto con el incidente y niega categóricamente todas las falsas acusaciones al respecto”, indicó la formación en un comunicado.

El episodio se produjo en un momento en el que Israel ha reiterado sus advertencias por una ofensiva de mayor escala en el norte. La víspera, el Ejército reiteró que las tropas que tiene desplegadas en la zona “preparan la transición hacia una ofensiva decisiva” y “apuntan sus armas al enemigo”. “Estamos comprometidos a cambiar la realidad de la seguridad aquí en el norte. Los vecinos de Metula y todos los habitantes del norte podrán regresar a sus hogares”, prometió el general Ori Gordin.

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