Kanye West se encuentra en medio de una controversia que involucra a su antiguo dentista, el Dr. Thomas Connelly, acusado por el exjefe de personal del rapero de engancharlo al óxido nitroso. En una serie de publicaciones en X (antes Twitter), Milo Yiannopoulos hizo graves acusaciones en contra del médico.
Yiannopoulos denunció que Connelly había suministrado el conocido “gas de la risa” a Ye, seudónimo del cantante, para mermar sus capacidades mentales y así poder aprovecharse económicamente del artista.
“Hay una razón por la cual Ye, anteriormente conocido como Kanye West, ya no es capaz de lanzar música o ropa de manera exitosa”, afirmó el antiguo asistente. “Connelly enganchó a Ye con óxido nitroso. Creo que Connelly buscó disminuir las facultades mentales de Ye para que él y sus asociados pudieran extraer millones de dólares de él”.
El exjefe del equipo de Kanye indicó que intervino al descubrir el supuesto fraude, lo que provocó la ruptura de su relación laboral con Ye. Asimismo, confirmó haber presentado una queja ante la Junta Dental de California, denunciando a Connelly como “un depredador peligroso que apunta a celebridades afroamericanas”.
De acuerdo con Milo Yiannopoulos, el dentista cobraba USD 50 mil dólares mensuales a Kanye West por suministrar el gas para uso recreativo.
Por su parte, Thomas Connelly negó las acusaciones para TMZ, calificándolas de “intencionalmente engañosas”. Un portavoz de Connelly declaró al portal Complex que Yiannopoulos “ha fabricado una narrativa que no solo es incorrecta, sino también maliciosamente destinada a dañar la reputación profesional del Dr. Connelly”.
Y añadió: “El Dr. Connelly nunca ha participado en conductas imprudentes, poco éticas o ilegales, ni ha puesto en peligro la salud y seguridad de sus pacientes”.
Recientemente, se reportó que el músico logró encontrar un comprador para su costosa propiedad frente al mar en Malibú, después de haber reducido el precio a USD 39 millones de dólares.
Originalmente, la casa fue listada en diciembre de 2023 por USD 53 millones, pero la venta se concretó después de un significativo descuento en abril de este año.
Según The Hollywood Reporter, la firma The Oppenheim Group sostuvo que el comprador tendría que invertir varios millones más en renovar los interiores de la propiedad.
Lo que falta son los interiores”, mencionó Oppenheim, destacando el alto coste asociado a reemplazar los acabados internos, pero resaltó que la estructura de concreto permanece intacta. Este detalle estructural es uno de los principales atractivos de la casa, lo que facilita su modernización según los estándares de 2024.