Fuerte sequía mantiene en crisis alimenticia a 70 millones de personas en el sur de África

El fenómeno de El Niño ha desencadenado una devastadora sequía que afecta a casi 70 millones de personas en el sur de África, provocando una grave escasez de alimentos y llevando a algunas familias a consumir semillas de hierba para sobrevivir, según la Comunidad de Desarrollo de África. Austral.

Zambia y Zimbabue declararon la crisis alimentaria como un desastre nacional, mientras que Lesoto y Namibia han solicitado apoyo humanitario. La situación es particularmente aguda en Malaui, donde casi la mitad de la población, estimada en 9 millones de personas, necesita asistencia humanitaria, según un informe de UNICEF, citado por NBC News. Más de la mitad de estas personas son niños, afectados por la peor sequía de mitad de temporada en más de un siglo.

En la aldea agrícola de Jangiya en el sur de Malaui, la tierra antes fértil, está completamente seca y estéril. Muchas familias han comenzado a comer semillas de hierba de los campos vecinos después de que sus cultivos fracasaron bajo el calor abrasador. En abril, los medios locales informaron que 17 malauíes fueron hospitalizados tras consumir tubérculos venenosos debido al hambre desesperada.

Los jefes de Estado de los 16 países miembros de la SADC, reunidos en Harare, la capital de Zimbabue, discutieron la sequía que comenzó a principios de 2024, afectando la producción agrícola y ganadera, y causando caos económico. Elías Magosi, secretario ejecutivo de la SADC, manifestó que la temporada de lluvias de 2024 ha sido especialmente desafiante debido al fenómeno de El Niño.

Para los agricultores de subsistencia como Masautso Mwale, la sequía ha obligado a tomar medidas desesperadas para sobrevivir. Mwale, tras cosechar solo dos bolsas de maíz, muy lejos de las 18 bolsas habituales en un buen año, se ve obligado a talar árboles para vender carbón vegetal. El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) indica que la deforestación contribuye al 10% del calentamiento global, dado que el carbono almacenado en los árboles se libera como dióxido de carbono.

Mwale, aunque consciente del daño ambiental, vende tres bolsas de carbón por aproximadamente 3 dólares cada una, cantidad suficiente para alimentar a su familia por una semana. Él y otros agricultores han advertido que el hambre aumentará la tala de árboles este año. A pesar de que El Niño terminó en abril con el enfriamiento del Océano Pacífico, el impacto a largo plazo de la mala cosecha sigue afectando a la región hasta la próxima temporada de lluvias en octubre.

El cambio climático podría estar aumentando la frecuencia y severidad de estos eventos de El Niño, según un estudio de 2023 de la agencia CSIRO de Australia. Además, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) advierte que la precipitación promedio disminuirá y aumentarán las sequías en el sur de África hacia 2050 con un calentamiento global de unos 2 grados Celsius.

Una apelación internacional lanzada en mayo por la región para recaudar 5.5 mil millones de dólares en asistencia humanitaria no ha tenido el éxito esperado. João Lourenço, presidente de Angola y presidente saliente de la SADC, expresó que los fondos movilizados hasta ahora están por debajo de lo estimado y exhortó a los socios regionales e internacionales a redoblar sus esfuerzos para ayudar a las personas afectadas por El Niño.

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