El aporte de una serie de materiales de integración sensorial permite beneficiar a estudiantes con Trastorno del Espectro Autista (TEA), promoviendo una mayor interacción social entre todos los alumnos.
A través de la firma de un convenio y reforzando aún más su compromiso con la comunidad y desarrollo de acciones que refuercen la educación en la región de Atacama, Kinross ha donado equipamiento esencial para la implementación de una sala multisensorial en la Escuela Las Canteras. Esta iniciativa, fruto de un proyecto presentado por el Centro General de Padres y Apoderados, busca mejorar la estimulación de los y las estudiantes, especialmente de aquellos con Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Según lo indicado por Javier Vega, jefe de Relaciones Comunitarias de Kinross, «este tipo de aportes forma parte del compromiso de la compañía con la comuna de Copiapó y establece una alianza con la institución educativa para el desarrollo de sus estudiantes. Nuestra compañía es parte de la región desde hace más de 30 años y la educación ha sido una de las acciones prioritarias de nuestro relacionamiento que esperamos seguir reforzando en el futuro”.
Para Oriana Escobar, directora provincial de educación de Copiapó, las alianzas entre el sector público y privado son de gran importancia para el ministerio que ella representa. “Como Ministerio de Educación reconocemos y valoramos este aporte porque tenemos como política ministerial apoyar la inclusión en todos los aspectos».
La sala cuenta con un importante número de accesorios y juegos fundamentales para el aprendizaje de los estudiantes, proporcionando un entorno adaptado que, junto al trabajo de los profesionales, no solo estimula las funciones cognitivas, ejecutivas y de autocontrol, sino que también permite a los alumnos con TEA y a otros estudiantes de la escuela mejorar su interacción social y desarrollar habilidades sensoriales y motoras.
«Estos instrumentos son usados básicamente para realizar actividades que tienen que ver con la motricidad gruesa, coordinación y equilibrio. La idea es complementar el trabajo kinésico con el fonoaudiológico, favoreciendo a todos los alumnos según sus necesidades», añadió Álvaro Grossi, kinesiólogo de la escuela.
En ese sentido, Tamara Contreras, fonoaudióloga de la escuela, resaltó el impacto positivo de la nueva sala. «La donación ha sido un material de mucho apoyo. Hemos visualizado avances significativos y una mayor motivación de los estudiantes para realizar terapias, porque cuando tenemos elementos didácticos es mucho más entretenido y al tener un estudiante motivado potencia un mayor aprendizaje»
Finalmente, Claudio Ortiz de Zárate, director subrogante del establecimiento educativo, manifestó que el poder trabajar en conjunto con una empresa privada como Kinross es sumamente importante, “No todos los colegios tienen la posibilidad de trabajar en alianza con una empresa privada, y en nuestro caso, junto al Centro General de Padres vimos que existía esta necesidad y por ello presentamos el proyecto a Kinross, quienes desde un comienzo se vieron interesados en ayudarnos, por esta razón estamos sumamente agradecidos”.