Angelina Jolie y Brad Pitt causaron gran revuelo en el reciente Festival de Cine de Venecia. No sólo por las cintas que protagonizan y que tuvieron su primer vistazo aquí, sino que además, la dupla se encuentra en el ojo de la prensa por su largo divorcio que ha generado una enorme tensión entre ambos, por lo que varios medios de comunicación estaban muy pendientes de un posible encuentro.
Sin embargo, esto ya lo sabían los organizadores del festival, quienes se encargaron de que Angelina y Brad no se vieran las caras en absoluto, y de esta forma, evitar un momento sumamente incómodo.
“Es imposible que se crucen en el Lido”, explicó el director artístico del festival, Alberto Barbera, a Vanity Fair.
Jolie, quien no protagonizaba un film desde hace varios años, hizo su triunfal regreso con su papel en Maria, dirigida por Pablo Larraín. El título ha sido un desafío personal importante para la actriz, ya que interpreta a la famosa cantante de ópera Maria Callas.
Pitt, de 60 años, arribó el sábado y se presentó ante las cámaras el domingo, acompañado de su novia Inés de Ramón, una ejecutiva de joyería de lujo de 34 años.
El estreno de Wolfs, largometraje protagonizado por Brad Pitt junto a George Clooney, se destacó por ser un evento lleno de estrellas y una multitud que abrumó las calles de Venecia.
El ambiente era de celebración y camaradería, con Pitt y Clooney disfrutando del momento, posando para fotos e interactuando con sus fans.
Pitt se ha visto implicado en varios aspectos de su vida personal mezclados con su carrera profesional. The Washington Post reportó que durante la conferencia de prensa, George Clooney fue el que más habló.
Por otro lado, el regreso de Angelina Jolie fue igualmente destacado y, además, habló abiertamente sobre sus miedos al canto, una habilidad necesaria para su papel en Maria.
“Fue una experiencia fuera del cuerpo porque no canto”, expresó a The Hollywood Reporter. “Tenía alguien en mi vida que no era amable conmigo sobre el canto. Era una relación en la que estaba y simplemente asumí que no podía cantar bien”.
La estrella y directora también aprovechó el momento para agradecer a sus hijos, quienes estuvieron a su lado durante el rodaje de la película. “Mis hijos estaban allí y ayudaron a bloquear la puerta para que nadie más entrara, y yo estaba temblorosa”, sostuvo.
Durante su ovación de pie en el festival, Jolie se mostró visiblemente emocionada, rompiendo en llanto, señal de lo mucho que este papel significó para ella.
Vanity Fair destacó la emotividad de la actriz al mencionar que sus experiencias personales se manifestaron durante su interpretación de Callas: “Cuando has sentido un cierto nivel de desesperación, de dolor, de amor, en cierto punto… [la ópera] sería el único sonido que explicaría ese dolor”.
El contraste en las presentaciones de ambos actores fue evidente. Mientras que el estreno de Wolfs fue una gala animada con una gran dosis de publicidad y presencias estelares, el recibimiento para Maria de Jolie fue más reservado y emotivo.