El ICVU 2023, elaborado en conjunto por estas dos instituciones, muestra que, de las 99 comunas analizadas, 14 mejoraron su calidad de vida urbana en relación con el 2022 y 19 experimentaron un empeoramiento en esta materia. Las dimensiones donde se concentraron los de desempeños más bajos fueron Condiciones laborales, Ambiente de negocios y Condiciones socioculturales. En Atacama, las comunas de Copiapó y Vallenar están dentro del estudio y son parte del grupo que mantuvo su calidad de vida urbana según las dimensiones analizadas, quedando ubicadas en los segmentos medio-bajo y bajo respectivamente.
Con el objetivo de comprender las brechas que presentan las distintas comunas del país en cuanto a las condiciones de vida que ofrecen a su población –y con ello aportar al diseño de políticas públicas y a la focalización de recursos–, la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y el Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Pontificia Universidad Católica (PUC) presentaron una nueva versión del Índice de Calidad de Vida Urbana, ICVU.
Este Índice mide la situación de todas las comunas del país que tienen al menos en torno a los 50.000 habitantes, para lo cual se analizan datos públicos y oficiales vinculados a 44 variables, las que se agrupan en seis dimensiones: Condiciones laborales; Ambiente de negocios; Condiciones socioculturales; Conectividad y movilidad; Salud y medio ambiente y Vivienda y entorno.
“Uno de los aspectos interesantes de este ICVU”, señala Nicolás León, gerente de Estudio y Políticas Públicas de la CChC, “es que permite entender la situación de la calidad de vida de nuestras ciudades en un escenario post pandemia, ya que las variables se midieron entre los años 2022 y 2023, cuando el efecto de la pandemia, para bien y para mal, ya estaba internalizado a nivel urbano”.
Por su parte, Arturo Orellana, director del Instituto de Estudio Urbano de la PUC y del Proyecto ICVU, explica que otra particularidad de esta versión es que “junto con los análisis habituales, aplicamos una encuesta para determinar cuál es la real capacidad de incidencia que tendrían los municipios para gestionar las distintas dimensiones de la calidad de vida urbana, lo que esperamos sea un aporte en el contexto de las próximas elecciones de gobiernos locales”.
Principales resultados
En comparación con los resultados obtenidos en 2022, el ICVU 2023 muestra que 66 comunas (correspondientes al 67% de las comunas analizadas y donde residen poco más de 8.500.000 personas) mantuvieron su nivel de calidad de vida urbana. En tanto, 33 comunas (correspondientes al 33% de las comunas analizadas, con casi 5.400.000 habitantes) exhibieron cambios de nivel.
De estas, 19 comunas empeoraron su calidad de vida urbana en comparación con el año 2022, lo que afecta a 2.940.679 personas, mientras que 14 comunas mejoraron sus condiciones de calidad de vida urbana en el período, favoreciendo así a 2.433.463 personas.
Al hacer este mismo análisis en función de los distintos tipos de ciudades que considera el estudio, se observa que 20 comunas de ciudades intermedias (con menos de 250.000 habitantes) mantuvieran su calidad de vida urbana, 3 mejoraron y otras 3 empeoraron.
En el caso de las 31 comunas de áreas metropolitanas, 17 conservaron su nivel, 10 empeoraron y 4 mejoraron. Y al hacer zoom en las 42 comunas de la Región Metropolitana, se concluye que 29 mantuvieron su nivel de calidad de vida urbana, 6 empeoraron y 7 avanzaron en este ámbito.
Gestión municipal
Tal como señala el director del Proyecto ICVU, Arturo Orellana, en esta versión se trató de identificar aquellos aspectos en que los gobiernos comunales tienen mayor y menor capacidad de gestión con el propósito de mejorar la calidad de vida de sus vecinos.
Según la encuesta que se aplicó para estos efectos, los municipios tendrían mayor capacidad de incidencia en las siguientes dimensiones: Condiciones socioculturales (75%), Vivienda y entorno (50%) y Salud y medio ambiente (31%). En cambio, las menores capacidad de gestión se asocian a las dimensiones Conectividad y movilidad (29%), Ambiente de negocios (21%) y Condiciones laborales (20%).
Dado este escenario, el ICVU 2023 explora una serie de alternativas para, vía colaboración público-privada, mejorar la calidad de vida urbana en las tres dimensiones en que se observan los resultados más bajos, tanto a nivel de comunas intermedias como de áreas metropolitanas y de la Región Metropolitana: Condiciones laborales; Ambiente de negocios y Condiciones socioculturales. (Ver Anexo 1).
Por su parte, el gerente de Estudio y Políticas Pública de la CChC propone tres medidas para dotar a los municipios de mejores herramientas para gestionar la calidad de vida en sus territorios: “Aumentar los recursos a repartir del Fondo Común Municipal; avanzar en la descentralización administrativa y fiscal para mejorar la toma de decisiones y la focalización de la inversión pública; y fortalecer las capacidades municipales, asegurando presupuestos que permitan cerrar brechas en materia de planificación y gestión. Todo ello, eso sí, en un marco de mayor control y transparencia del uso de los recursos”.
ANEXO 1:
CONDICIONES LABORALES Nivel de precariedad o estabilidad laboral de la población, así como la dependencia que tienen de las ayudas del Estado.
20% incidencia de municipios Municipalidades Proveer servicios de información a residentes de las oportunidades existentes y ofrecer capacitaciones en oficios para el desarrollo de emprendimiento propios.
80% incidencia de otros actores Sector público-privado El acceso a empleo depende fundamentalmente de una oferta estable de trabajo, requiriendo de apoyo en:
• Financiamiento para emprendimiento.
• Desarrollo de políticas que fortalezcan economía local.
• Desarrollo de infraestructuras y políticas de inversión.
• Creación de redes de colaboración.
• Fortalecimiento en el acceso a la educación técnica.
AMBIENTE DE NEGOCIOS Capacidad de atraer actividad económica y nuevos emprendimientos, además de la existencia de servicios públicos y privados.
21% incidencia de municipios Municipalidades Promover las ventajas competitivas de las comunas, y revisar las normativas de sus instrumentos de planificación, pero por sobre todo tiene un rol clave en iniciar las gestiones para formar alianzas estratégicas.
79% incidencia de otros actores Sector público-privado Para avanzar en la atracción de negocios en las comunas es fundamental que el municipio trabaje con otros actores, requiriendo en conjunto:
• Gestionar incentivos fiscales.
• Implementar ventanas únicas para atención de trámites.
• Mejorar condiciones de seguridad en el espacio público.
• Fomentar incentivos para instalación de negocios.
• Mejorar la infraestructura local.
Condiciones socioculturales Desarrollo de capital social, conforme resultados de educación, participación ciudadana y convivencia social.
75% incidencia de municipios Municipalidades Desde la gestión municipal, mejorar la oferta educacional y estimular iniciativas que generen mayores niveles de participación ciudadana y cohesión social, realizando acciones en:
• Facilitar la formación de consejos comunales.
• Colaborar con instituciones educativas para programas.
• Recuperar espacios públicos para la socialización.
• Facilitar y organizar festivales culturales.
• Iniciar campañas educativas.
• Fortalecer juntas de vecinos.
80% incidencia de otros actores Sector público-privado El avance en estos aspectos va apalancado al compromiso y la colaboración, involucrando a otros actores en la implementación de las acciones.