Los fiscales Carlos Stornelli y José Agüero Iturbe reclamaron a la Cámara Federal porteña que se ordene la indagatoria y la captura del dictador venezolano Nicolás Maduro y de su mano derecha, Diosdado Cabello. El dictamen también alcanza a una treintena de militares y agentes de inteligencia acusados de ser responsables de torturas, secuestros y ejecuciones en su país, en el marco de un “plan sistemático”.
El planteo del Ministerio Público Fiscal fue consecuencia de un pedido inicial de las víctimas, representadas por el abogado Tomas Farini Duggan, que denunciaron estos crímenes en la Argentina bajo el principio de justicia universal. Seis venezolanos contaron en la audiencia los tormentos sufridos. Y uno de ellos sorprendió: era un fiscal venezolano cuyo testimonio sirvió poner en jaque la idea que estos crímenes debían ser castigados en su país de origen.
Fue una audiencia diferente: hasta la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, en nombre del Gobierno Nacional de Javier Milei, estuvo presente para escuchar lo que se allí iba a decirse. Junto a las víctimas también estaba sentado Waldo Wolff, ministro de Seguridad porteño y uno de los impulsores de esta denuncia. Entre el auditorio también se acercaron el diputado del PRO Fernando Iglesias y la integrante del Consejo de la Magistratura Jimena de la Torre.
Precisamente por la cantidad de participantes en el debate los jueces Pablo Bertuzzi, Leopoldo Bruglia y Mariano Llorens, integrantes de la Sala I de Cámara Federal porteño, tuvieron que hacer la reunión en uno de los salones de la planta baja previstos para juicios orales. Pese a la convocatoria mediática para cubrir la reunión, los jueces ordenar que no se podía tomar fotos de las víctimas: muchas de ellas tienen reservada la identidad porque temen las represalias. Aun así, algunos de los presentes quisieron hablar directamente a los jueces para relatar lo vivido en Venezuela durante el régimen de Maduro, agradecerle al país por darles refugio y reclamar que, desde aquí, se haga justicia.
Por eso sobresalió el testimonio de un fiscal que investigó los crímenes ocurridos en manifestaciones a estudiantes y que, a través de su investigación, pudo determinar que los agentes policiales a los que acusaban habían en realidad cumplido órdenes. Cuando quiso apuntar a la cadena de mandos, fue secuestrado ilegalmente y torturado. Finalmente pudo salir del país y buscar refugio en la Argentina. Hasta ahora, nunca había declarado ante la justicia argentina pero fue a Comodoro Py a decir expresamente por qué la justicia venezolana no iba a investigar lo que sucedía allí y pedía a los tribunales argentinas que hicieran algo.
El abogado Tomás Farini Duggan -representante legal de Foro Argentino por la Democracia en la Región FADER, encabezado por Wolff y también a la Fundación Internacional para la Libertad que encabeza el premio Nobel Mario Vargas Llosas que se sumó al reclamo- repasó los términos de la investigación y reclamó la declaración indagatoria y la captura internacional de Nicolás Maduro por delitos de lesa humanidad.
Entre esos hechos se incluyeron la desaparición de Rocío San Miguel, y los vejámenes y ejecuciones que tuvieron lugar en el marco de las convulsionadas elecciones que tuvieron lugar en agosto pasado en Venezuela, donde la oposición y distintos países denunciaron el fraude electoral para que Maduro pudiera seguir en el poder.
El juez Sebastián Ramos había rechazado el pedido por entender que todavía no se habían completado las medidas ordenadas cuando la Cámara Federal abrió la investigación en los tribunales de Comodoro Py bajo justicia universal. Pero la querella apeló al entender que no hace falta completar todas las diligencias y que algunas incluso tampoco podrán llevarse adelante. Entre ellas mencionaron los exhortos enviados a la propia Venezuela que, descuentan, no serán contestados.
“La justicia argentina se encuentra en una oportunidad histórica, exigiendo que lo responsables de la peor dictadura cívico militar han transformado a Venezuela en un centro de torturas”, dijo Farini Duggan a los jueces, al reclamar que todas las denuncias sigan encuadradas en una misma investigación central. “Se trata de un plan sistemático de un gobierno que busca perpetuarse en el poder bajo una forma de dictadura cívico-militar y comete crímenes de lesa humanidad” -dijo-. Todo se ordena desde las más altas esferas del gobierno de Nicolás Maduro”.