Según un reciente estudio, las personas que viven en edificios altos podrían estar envejeciendo más rápido que quienes residen en plantas bajas o viviendas unifamiliares.
La investigación la realizó el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología(NIST) de Estados Unidos. Sus resultados sugieren que ciertos factores ambientales, como por ejemplo, la altitud en la que se vive dentro de una ciudad, pueden influir en el ritmo del envejecimiento biológico
Sin embargo, a diferencia del espacio exterior, al observar este fenómeno en un edificio, el efecto apreciable en la edad es ínfimo, aunque real. Según mostraron los experimentos del NIST, un individuo que vive en un piso superior de un edificio podría envejecer una fracción de segundo más rápido que alguien que vive en el primer piso del mismo edificio. Para siquiera medir esta diferencia, los investigadores necesitaron usar relojes atómicos de alta precisión, capaces de detectar cambios minúsculos en el tiempo.
Por más ínfimo e insignificante que resulte el cambio, nos permite apreciar las distintas formas que el tiempo es percibido. Tal descubrimiento podría abrir nuevos caminos para estudiar cómo un entorno afecta nuestro cuerpo y nuestra percepción.