Antes de conquistar los escenarios con éxitos como “Bodak Yellow” y convertirse en una de las artistas más influyentes del hip hop, Cardi B llevaba una vida muy diferente. Durante su reciente fiesta de cumpleaños número 32, la rapera compartió una revelación en una publicación de Instagram, que había mantenido en secreto hasta ahora: su antiguo nombre de stripper era Camilla. La fiesta, celebrada en Nueva York y con temática inspirada en Sex and the City, fue el escenario perfecto para que la artista recordara sus raíces y su época trabajando en el club Satin Dolls.
La relación de la rapera con su pasado como stripper siempre ha sido transparente. Nunca lo ha ocultado, reconociendo cómo esa etapa formó parte importante de su vida antes de alcanzar la fama. Sin embargo, el nombre “Camilla” había permanecido en el anonimato hasta que la artista lo reveló en su cuenta de Instagram, al reflexionar sobre la compra de su vestido para la fiesta en el mismo club donde trabajó durante cuatro años. Según contó, sus antiguos compañeros aún la tratan como “Camilla”, recordándole sus humildes comienzos en un entorno que alguna vez fue su vida cotidiana.
La historia de Cardi B es el reflejo de un ascenso imparable. Nacida como Belcalis Marlenis Almánzar, creció en el Bronx, Nueva York, en un entorno complicado. A los 16 años, se unió a una pandilla y se vio envuelta en relaciones tóxicas, situaciones que la llevaron a abandonar su hogar. Sin dinero ni estabilidad, decidió convertirse en stripper, un trabajo que no solo le permitió sobrevivir, sino que también le dio la plataforma para lanzar su carrera en el entretenimiento.
Ese trabajo le abrió las puertas a un cambio de vida cuando fue seleccionada para participar en el reality show Love & Hip Hop: New York, donde comenzó a ganar popularidad en las redes sociales. De allí, su transición a la música fue rápida y decisiva. En 2017, su sencillo “Bodak Yellow” la llevó a la fama mundial, desbancando a artistas como Luis Fonsi y Taylor Swift en las listas de popularidad. Cardi B siempre ha reconocido cómo su experiencia como stripper moldeó su ética laboral y su visión del mundo, aspectos que ha integrado en su música y su imagen pública.
Cardi B también ha sido abierta sobre las dificultades económicas y emocionales que enfrentó durante esos años. En su juventud, a menudo presumía de haber ahorrado 20 mil dólares, una cantidad que le costó mucho esfuerzo ganar a través del twerking y largas jornadas de trabajo. Sin embargo, la artista ha contado cómo un novio de aquella época la estafó, gastándose todos sus ahorros en drogas. Este incidente la marcó profundamente, enseñándole a ser más cautelosa con sus relaciones y decisiones financieras.
Esa experiencia la impulsó a no volver a involucrarse sentimentalmente con personas que no compartieran sus mismas aspiraciones económicas. Cardi ha afirmado en diversas entrevistas que este hecho influyó en su determinación de seguir ganando dinero y de ser independiente. A lo largo de su carrera, ha utilizado sus vivencias para crear un discurso que empodera a las mujeres.