Este viernes a la madrugada, un ataque aéreo israelí en el sur de Líbano mató a tres periodistas que estaban durmiendo en un complejo que albergaba a trabajadores de algunos medio de comunicación. Entre los fallecidos se encuentran Ghassan Najjar (camarógrafo) y Mohammad Reda (ingeniero de radio), del canal de televisión libanés pro Hezbollah y pro Irán, Al Mayadeen. En cuanto al tercer periodista que perdió la vida, trabajaba para Al Manar TV (también pro Hezbollah) y se llamaba Wissam Qassim.
Esta mañana, los medios de comunicación libaneses transmitieron en directo desde el lugar en donde aconteció el ataque en la ciudad de Hasbaya. Mostraron una gran cantidad de cabañas que estaban hechas escombros y una gran cantidad de vehículos destruidos tenían calcomanías que indicaban que pertenecían a la prensa.
Este último ataque es el último indicio de que Israel decidió ampliar el alcance de sus objetivos en Líbano y dejando en claro que van más allá de la infraestructura militar perteneciente a Hezbollah. Su ofensiva se intensificó contra Hezbollah desde el mes de septiembre, indicando que desde un inicio su objetivo principal era hacer retroceder al grupo desde la frontera libanesa para garantizar que aproximadamente 60.000 personas, que fueron obligadas a abandonar sus hogares en el norte de Israel por el lanzamiento de cohetes, pudieran volver.
Luego de matar a la mayoría de integrantes de la cúpula terrorista, Israel comenzó a lanzar ataques aéreos a lo largo de todo el país e inició una incursión en el sur. Es importante mencionar que la ciudad de Hasbaya es una zona de religiones mixtas que se había liberado en gran parte de los ataques aéreos israelíes.
Además, muchos periodistas, que se encargaban de cubrir los diferentes combates, se habían trasladado al lugar desde la ciudad de Marjayoun (que había sido uno de los blancos principales de los aviones de guerra israelíes en las últimas semanas). Por otro lado, otras tres personas resultaron heridas en el ataque aéreo, según las declaraciones del Ministerio de Sanidad Libanés. “El enemigo israelí esperó a que los periodistas descansaran para traicionarles”, dijo el Ministro de Información libanés, Ziad Makary.
“Lo consideramos un ataque directo, cuyo objetivo es expulsar a los periodistas del sur”, dijo Elsy Moufarrej, coordinadora del Sindicato de Prensa Alternativa en el Líbano. “Quieren impedir que los periodistas cubran y tengan presencia en el sur del Líbano”.
Imran Khan, un corresponsal de alto rango de Al Jazeera en inglés que se encontraba entre los periodistas en las casas de huéspedes del Hasbaya Village Club, dijo que el ataque aéreo ocurrió alrededor de las 3:30 AM sin previo aviso.
“Se trataba simplemente de periodistas que dormían en la cama después de largos días cubriendo el conflicto”, publicó en las redes sociales, añadiendo que él y su equipo resultaron ilesos.
Hussein Hoteit, camarógrafo de la cadena de televisión egipcia Al-Qahira, dijo que estaba durmiendo cuando se despertó con un “enorme peso” cuando las paredes y el techo se derrumbaron. Fue salvado milagrosamente por sus colegas que lograron mover los escombros que lo cubrían pocos minutos después.
Dijo que dos misiles impactaron en el chalet de al lado, aunque no los oyó. Habló desde su cama de hospital donde está siendo tratado por heridas en el muslo.
Las muertes del viernes son las últimas de una larga lista de periodistas que han muerto cubriendo el conflicto durante el último año en Gaza y Líbano.
En un informe publicado a principios de este mes, el Comité para la Protección de los Periodistas afirmó que al menos 128 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación, todos ellos palestinos menos cinco, habían sido asesinados en Gaza y el Líbano, más periodistas que los que han muerto en cualquier año desde que comenzó a documentar los asesinatos de periodistas en 1992. Todos, excepto dos, fueron consecuencia de operaciones llevadas a cabo por fuerzas israelíes, afirmó.
El asesinato de periodistas ha provocado la protesta internacional de grupos de defensa de la prensa y expertos de las Naciones Unidas, aunque Israel ha dicho que no los ataca deliberadamente.
Esta semana, Israel acusó a periodistas que trabajan para Al Jazeera de ser miembros de grupos militantes, citando documentos que supuestamente encontró en Gaza. La cadena ha negado las acusaciones, calificándolas de “un intento flagrante de silenciar a los pocos periodistas que quedan en la región”.