Estados Unidos aseguró que no existe “ninguna razón” por la cual deba modificar su doctrina nuclear, incluso tras los recientes anuncios de Rusia.
A comienzos de la semana, Vladimir Putin aprobó un decreto que autoriza el uso de armas atómicas contra Estados no nucleares, siempre que cuenten con el respaldo de potencias que sí dispongan de estos arsenales. Con este cambio, quedó reducido el umbral para la respuesta con este tipo de armamento, como sería el caso del lanzamiento de un misil balístico de los aliados contra Rusia por parte de Ucrania, que ya se considera un motivo para aplicar esta doctrina.
La noticia se conoció luego de que Estados Unidos permitiera a las tropas de Volodimir Zelensky disparar sus proyectiles de largo alcance ATACMS en territorio enemigo, al igual que hizo días más tarde el Reino Unido, con los Storm Shadow.
La portavoz presidencial, Karine Jean-Pierre, declaró, sin embargo, que el Kremlin se valió de este paso únicamente como excusa para dar curso a una decisión que llevaba meses queriendo aplicar, por lo que no se considera una amenaza latente.
“Rusia ha señalado su intención de actualizar su doctrina durante varias semanas. No hemos visto ninguna razón para ajustar nuestra propia postura o doctrina nuclear en respuesta a estas declaraciones”, dijo antes de recordar que estas modificaciones se enmarcan en “la misma retórica irresponsable” que Moscú emplea desde comienzos de la guerra.
Asimismo, Jean-Pierre se refirió al impacto del nuevo proyectil balístico de alcance medio de tipo Oreshnik de este jueves, en la ciudad de Dnipro, y acusó al enemigo de impulsar un agravamiento del conflicto. “La escalada a cada paso viene de Rusia”, insistió.
Entre las 05:00 y las 07:00 horas, Ucrania informó de un ataque en el centro del país con lo que, inicialmente, se creyó que era un misil balístico intercontinental. Horas más tarde, sin embargo, el propio Putin brindó un discurso televisivo en el que ofreció detalles del operativo y ratificó sus amenazas contra Occidente.