La Iglesia Católica celebró la tradicional misa de Nochebuena presidida por el papa Francisco, este martes por la tarde. La celebración comenzó a las 19:00 hora local en la Basílica de San Pedro del Vaticano.
Se estima que unos 26.000 fieles estuvieron presentes en el lugar, mientras otros miles siguieron el evento por Internet.
El Sumo Pontífice golpeó varias veces con su puño la Puerta Santa de la basílica -en lugar de empujarla- y, al abrirla, y dio inicio a este Jubileo “ordinario” o “Año Santo” en Roma.
“En la Navidad del Señor, luz de luz, esperanza inextinguible, nos disponemos a entrar con fe por la Puerta Santa. Los pasos de nuestro camino son los pasos de toda la Iglesia, peregrina en el mundo y testigo de la paz. Crucemos el umbral de este templo santo y entremos en el tiempo de la misericordia y del perdón, para que se abra a cada hombre y a cada mujer el camino de la esperanza que no defrauda”, dijo Francisco al abrir la puerta.
El Año Santo comenzó a convocarse en el 1300 y se celebra cada 25 a 50 años. Su distintivo es que, durante este período, los peregrinos que visiten la capital italiana podrán confesar sus pecados y obtener indulgencias.
El último Jubileo regular fue en 2000 bajo el papado de San Juan Pablo II, quien inauguró el tercer milenio de la Iglesia. No obstante, Francisco declaró un Jubileo especial en 2015, dedicado a la misericordia, y se realizará otro para 2033, en conmemoración al aniversario de la crucifixión de Cristo.
Se prevé que unas 32 millones de personas viajen a Roma este año y atraviesen esta pesada e imponente puerta de bronce, que normalmente estaría cerrada, para recibir el perdón de los pecados.
“Este es el Jubileo, este es el tiempo de la esperanza. Nos llama a la renovación espiritual y nos compromete en la transformación del mundo”, dijo Francisco sobre este período especial para la Iglesia.