La repentina muerte de Michelle Trachtenberg conmocionó al mundo del espectáculo. La actriz de 39 años fue encontrada sin vida por su madre en su departamento de Nueva York y desde el momento de su fallecimiento, el 26 de febrero, las teorías sobre los motivos de su muerte siguen acrecentándose. Una de las más escuchadas y leídas asegura que su deceso podría estar relacionado con el trasplante de hígado al que se sometió hace algún tiempo y que le pudo haber traído complicaciones. La decisión de su familia de que no se le realizara una autopsia y la conclusión del equipo forense que declaró que su muerte había sido por causas «indeterminadas», no hizo más que aumentar el misterio.
Sin embargo, una amiga de toda la vida de la actriz conocida por su rol en la serie «Gossip girl» y «Buffy, la cazavampiros», rompió el silencio y reveló que desde hace un tiempo atravesaba por distintos problemas de salud. Ya en 2024, algunos de sus seguidores notaron que su apariencia no era la misma. Y aunque en una publicación que compartió ese mismo año, Trachtenberg les aseguró que estaba «feliz y saludable», hace pocas semanas se fueron sumando testimonios que indican que los últimos años no fueron fáciles para la intérprete y confirmaron que se había sometido a un trasplante de hígado en los meses previos a su muerte. Además, se supo que la artista que alcanzó la fama en la película «Harriet, la espía», cuando tenía 10 años, estuvo un tiempo prolongado en el hospital y fue dada de alta a principios de 2025. «La última vez que la vi, sentí que algo no estaba bien. Se notaba que algo estaba pasando. Estaba muy frágil y había estado enferma durante un tiempo», indicó una fuente de la industria. El 20 de febrero, menos de una semana antes de su muerte, la actriz fue vista en el restaurante de moda Sartiano’s de Soho con un grupo de amigos. «Algo parecía extraño», aseguró una de las personas que compartió espacio con ella esa noche. Y Ariana Rodríguez, vecina del edificio de Trachtenberg, señaló que en el último tiempo la veía muy delgada. «Cada vez que me la encontraba se parecía menos a la ella misma», afirmó.
«Fue desgarrador. La amaba mucho», expresó Rosie O’Donnell, coprotagonista de Trachtenberg en «Harriet, la espía». «Ella luchó los últimos años. Ojalá hubiera podido ayudarla», agregó, sin brindar más detalles. Por su parte, la fotógrafa y periodista británica Amanda de Cadenet reveló que la actriz que interpretó a Georgina Sparks en «Gossip girl», la había llamado recientemente por FaceTime desde una cama de hospital y que era consciente de que estaba gravemente enferma. «Aunque no te parecías a ti misma, tu dulzura y tu humor seguían vivos», escribió de Cadenet en sus redes sociales. Y agregó: «Sabías que la muerte era una gran posibilidad y solo lamento que el resultado no haya sido mejor». Y cuando todo indicaba que el círculo cercano de la actriz iba a mantenerse en estricto silencio, una de sus amigas de toda la vida brindó una entrevista a Us Weekly en la que compartió información certera sobre los padecimientos que la actriz atravesó en los últimos años.
La mujer, que prefirió que su nombre no trascendiera, se refirió primero a uno de los tópicos más transitados: «Ella fue siempre muy abierta con sus allegados a la hora de hablar sobre el trasplante de hígado al que debió someterse en el último año, pero la verdad es que tampoco nos dio muchos detalles. No era necesario». Según su amiga, los problemas de salud se venían gestando desde hacía tiempo. «Sufría de problemas de espalda y luego se sumó una complicación en los huesos. También comenzó a caerse con bastante frecuencia», indicó. De hecho, la actriz apareció en una alfombra roja con un bastón en 2019 y compartió en sus redes una foto de su tobillo hinchado en 2021. «Siempre que hablábamos, había algún tema médico que se sumaba a la larga lista», señaló. «Michelle tuvo que hacer frente a muchos problemas de salud, pero hizo todo lo posible para no dejarse vencer por eso», agregó otra fuente cercana. Si bien la insuficiencia hepática suele ser consecuencia de trastornos genéticos, cáncer, hepatitis o consumo excesivo de alcohol, si el trasplante es necesario debido al deterioro ocasionado por el alcohol, los especialistas recomiendan que el receptor se abstenga de beber durante el resto de su vida. «Michelle bebía, pero no en exceso. Nunca fue de las personas que salen de fiesta y se descontrolan. Ella, sobre todo en los últimos años, era más bien una persona que disfrutaba de planes tranquilos», aseguró su amiga. Es importante señalar, que durante los últimos años, la intérprete se volvió más solitaria, y estuvo más alejada del ojo público. Solamente presentó la serie «Hasta que la muerte nos separe» en 2021 e hizo una aparición en dos episodios de la secuela de «Gossip girl».
«Logró un gran éxito al principio, pero perdió su equilibrio más tarde. Creo que renunció al aspecto de la fama y ya no quería ser parte de Hollywood», dijo su amiga de toda la vida. Sin embargo, la comediante Abbey Vollman, quien también era cercana a la intérprete, reveló en un publicación en Instagram el 26 de febrero que estaban planeando escribir un programa juntas y el director Casey Tebo indicó en X que está «haciendo todo lo que puede» para que Trachtenberg se encargara del guion. Además, otro amigo señaló a Us Weekly, que la artista se encontraba «emocionada» por la secuela de «Buffy, la cazavampiros» que se está preparando bajo el nombre de «Buffy» en Hulu, pese a que ella no había firmado. No obstante, el allegado indicó que «Michelle estaba concentrada en recuperar su salud y tenía grandes esperanzas para el futuro».
Según la publicación, los cercanos a ella la recordarán por su amabilidad. «Era un ser humano encantador y una buena amiga. Recordaba los cumpleaños, era amable y si veía algo en Instagram, se comunicaba y decía algo agradable», expresó la fuente de la industria. Por su parte, el amigo cercano aseveró que a Trachtenberg le encantaba «escribir, ir de compras, los programas policiales y sus gatos», y agregó: «Michelle estaba muy orgullosa de todo lo que hacía, de cada papel actoral». El vecino de Trachtenberg, Rodríguez, añadió que era sensata y amigable: «(Michelle) les sonreía a todos en los pasillos y siempre decía hola. Estoy muy triste de no verla más». Por último, otro viejo amigo afirmó que «la gente la amaba; pasabas el rato con ella y no era como si fuera increíblemente famosa, pero quienes la amaban estaban obsesionados y se acercaban y hablaban con ella».