Ucrania advirtió que la orden de captura contra Putin ayudó a recuperar a niños deportados

El comisionado de Derechos Humanos de Ucrania dijo el viernes que dos órdenes de detención dictadas contra el presidente ruso Vladimir Putin y otra funcionaria por deportación ilegal de niños a Rusia durante la guerra han contribuido a la devolución de algunos de ellos.

La Corte Penal Internacional (CPI) dictó en marzo dos órdenes de detención contra Putin y la defensora de los niños, Maria Lvova-Belova, por crímenes de guerra relacionados con el secuestro de niños ucranianos. El Kremlin rechaza las acusaciones.

Kiev afirma que ha constatado oficialmente la deportación de 19.546 niños y que la cifra podría ser mayor.

“En mi opinión, después de las dos órdenes de detención dictadas por la Corte Penal Internacional contra Putin y Lvova-Belova, ahora es más fácil recuperar a los niños”, declaró en rueda de prensa Dmytro Lubinets, comisionado ucraniano de Derechos Humanos.

El miércoles, ocho niños fueron repatriados a Ucrania desde Rusia y los territorios ocupados por Moscú, en virtud de un acuerdo alcanzado con la mediación de Qatar.

Lubinets dijo que Ucrania ha conseguido recuperar hasta ahora 387 niños desde Rusia y algunos más de los territorios ocupados.

Moscú señala que llevó a miles de niños ucranianos a Rusia como medida humanitaria para proteger a los menores abandonados en una zona de conflicto.

El comisionado también señaló que Rusia estaba realizando ahora más deportaciones a través del territorio de su estrecho aliado Bielorrusia para complicar el proceso de seguimiento y verificación del paradero de los niños.

“Si al menos un niño deportado vuelve a casa al día, Ucrania necesitará más de 55 años para hacerlo”, declaró en otra intervención en el servicio de mensajería Telegram.

Sus comentarios se producen tras la primera reunión de una “coalición” para el retorno de los niños ucranianos deportados, celebrada el viernes en Kiev, a la que asistieron 72 representantes de países y organizaciones internacionales.

Más presión
Por su parte, activistas ucranianos por la defensa de los derechos humanos piden a la comunidad internacional que aumente la presión sobre Rusia en un esfuerzo por devolver a miles de niños ucranianos deportados, que están siendo adoctrinados y adoptados en Rusia.

“La situación es muy difícil y el tiempo corre en nuestra contra”, dijo a EFE Katerina Rashevska, abogada del Centro Regional Ucraniano de Derechos Humanos.

Hace más de un mes, Rashevska y otros miembros de la coalición de derechos humanos “Ucrania 5AM”, pidieron a la Corte Penal Internacional (CPI) que amplíe las órdenes de arresto que el alto tribunal de la ONU emitió contra Putin y Lvova-Belova. El objetivo es que se incluya en las órdenes su responsabilidad por obstaculizar la repatriación de los infantes.

Rashevska insiste en que las iniciativas esporádicas sobre el retorno de niños ucranianos por parte de Qatar, el Vaticano o Unicef deben ser reemplazadas por un mecanismo internacional único.

Una resolución de la Asamblea General de la ONU, que definiría las obligaciones de Rusia para garantizar el regreso de los niños ucranianos y su reunificación con sus familias, es el núcleo del enfoque sugerido por el Centro Regional de Derechos Humanos. Esta estrategia debería complementarse con una serie de acuerdos entre Ucrania y los países mediadores, por un lado, y entre los países mediadores y Rusia, por el otro.

“Estos niños no tienen tiempo. Rusia no quiere niños ucranianos. Quiere nuevos ciudadanos rusos”, subrayó Rashevska.

“Los rusos no tienen previsto devolver a nuestros niños”, coincide Daria Gerasimchuk, asesora para los Derechos del Niño del presidente ucraniano Zelensky, quien también apoya la idea de “un mecanismo único” para el retorno de los menores.

“Los rusos tienen una clara política genocida hacia los niños ucranianos”, afirmó en una conferencia de prensa el jueves en Kiev.

Según Gerasimchuk, los niños ucranianos deportados son tratados de manera coordinada en varios “campamentos de vacaciones” en toda Rusia.

Después de un breve período de descanso en el que se les ofrece una serie de actividades de entretenimiento, se les pone en contra de sus padres y Ucrania y se les dice que es demasiado peligroso volver allí y que sus padres no los necesitan. Aquellos que se resisten pueden ser aislados del resto de los niños o trasladados a otros campamentos, como forma de presión, indicó Gerasimchuk.

En algunos casos, los niños estresados son internados durante días en una clínica psiquiatra o en lo que parece “una celda de aislamiento”, dijo a su vez a la agencia EFE Rashevska.

Los adolescentes que cumplen 18 años corren el riesgo de ser movilizados en el ejército ruso.

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