Ucrania detuvo a un espía ruso en Odessa que buscaba provocar un desastre medioambiental en la zona del mar Negro

Los servicios de seguridad de Ucrania (SBU) anunciaron la detención de un espía ruso en la zona de Odessa que, según pudieron verificar, a cambio de una suma de dinero recogía y transmitía información a Moscú sobre instalaciones en las que se almacenaban sustancias tóxicas, que luego serían blanco del Ejército enemigo durante sus ataques. Si bien se desconoce la identidad del sujeto, se sabe que se trata de un joven estudiante.

“Especialistas cibernéticos del SBU detuvieron a un agente del FSB (el Servicio Federal de Seguridad de Rusia) que espiaba para el enemigo en la región de Odessa”, declararon funcionarios del SBU y sumaron que “la principal tarea del delincuente era identificar y transmitir coordenadas donde se almacenan sustancias tóxicas, incluidos almacenes e instalaciones de almacenamiento de pesticidas”.

Asimismo, el SBU aseguró que, con esta información, el Kremlin buscaba “provocar un desastre medioambiental” en la zona meridional del mar Negro, donde suele dirigir sus ataques con drones y misiles.

El hombre, que habría sido contactado por el FSB a finales de 2023, está acusado de alta traición por intentar ayudar al enemigo a ganar esta guerra y, por ello, podría ser condenado a cadena perpetua.

En tanto, el pasado 15 de enero, Ucrania también había informado que frustró otra maniobra espía de Rusia sobre su territorio. En este caso, se trató de un avión de vigilancia Beriev A-50 y un puesto de mando aéreo Ilyushin Il-22 de Moscú, en la zona del mar de Azov, al este de la ocupada península de Crimea.

Según el Ejército de Kiev, esta operación podría retrasar futuros ataques con misiles enemigos, que se habrían valido de la información recopilada en sus maniobras. Inclusive, la portavoz del mando militar del sur de Ucrania, Natalia Humeniuk, dijo que las tropas del Kremlin habían utilizado previamente en reiteradas oportunidades esta nave para preparar y llevar a cabo ofensivas con proyectiles de largo alcance contra su territorio.

“Esperamos que un ataque de este tipo sea bastante doloroso y que, al menos, retrase los potentes ataques con misiles”, indicó Humenuik. Por su parte, blogueros ucranianos celebraron este episodio ya que “no hay muchos A-50 y los especialistas que los operan suelen ser escasos” mientras otros cuantificaron esta pérdida de Rusia en cerca de USD 330 millones. Se cree que el enemigo dispone ahora de sólo ocho naves de este tipo.

Si bien el Ministerio de Defensa ruso no confirmó la información, un blog militar de Moscú publicó la imagen de la cola del Il-22 con restos de metralla y destacó la labor de la tripulación, a quienes llamó “auténticos héroes”.

La nave enemiga parecía haber llegado a la ciudad rusa de Anapa pero no fue posible su reparación dado que se prendió fuego, agregó el portavoz militar Valeriy Zaluzhnyi.

Tanto Moscú como Kiev informan a menudo de la detención de extranjeros, e inclusive, de sus propios ciudadanos, tras verificar lazos con el bando contrario a fin de contribuir a su lucha en esta guerra que ya está próxima a cumplir dos años.

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