El exteniente venezolano Ronald Ojeda Moreno (32) fue secuestrado la madrugada del 21 de febrero pasado desde su departamento en Independencia y su cuerpo apareció casi 10 días después, enterrado y dentro de una maleta, en una toma en Maipú. Primero, se informó como causa de muerte «asfixia mecánica posicional»; luego, el fiscal regional metropolitano Sur, Héctor Barros, aseguró que se había utilizado un elemento de «tracción» en el crimen. Y ayer se conoció el certificado de defunción del Registro Civil, que consigna «asfixia por suspensión», según Ex-Ante. El médico forense y vicepresidente de The World Association for Medical Law (Waml), Luis Ravanal, explica que «el primer diagnóstico, que es asfixia posicional o postural, solo se puede hacer por parte del que concurre al sitio del suceso y constata que el cuerpo está en una posición tal que impide el paso del aire». El segundo, dice, apunta a «una acción mecánica directa, por compresión del cuello, usando algún elemento inespecífico, eso correspondería, desde el punto de vista médico, a alguna asfixia por estrangulación». Y la tercera causa -la del certificado, advierte- «es la asfixia que se diagnostica o denomina como ahorcamiento», por lo que, a su juicio, «tendríamos una serie de indicadores que hablan más de dudas» que de certezas. En paralelo, la familia busca justicia agotando todas las instancias y su abogado Juan Carlos Manríquez recurrirá hoy a la Corte Penal Internacional.