El presidente ucraniano Volodimir Zelensky celebró este martes que las tropas en Kharkiv están reafirmando nuevamente sus posiciones, tras la intensa oleada de ataques de Rusia iniciada el 10 de mayo, y consiguen “resultados tangibles”.
“En la región de Kharkiv nuestras fuerzas están destruyendo al ocupante, los resultados son tangibles” aunque siguen librándose combates en esta zona, al este del país, comentó.
Por su parte, desde el Estado Mayor sumaron que las tropas habían conseguido “estabilizar la situación en el lugar, especialmente en la ciudad de Vovchansk”, el epicentro actual del fuego, junto con “el sector de Starytsia”, donde también “la situación está bajo control”.
Hace poco más de una semana, Rusia lanzó una intensa ofensiva que obligó a Kiev, escasa de recursos, a enviar refuerzos. Sin embargo, ante la llegada de armamento y cooperación de Occidente, las tropas pudieron reponerse y comenzar a responder con más fuerza a estas maniobras.
Gracias a ello, el enemigo se vio impedido de seguir avanzando y conquistando ciudades de camino a Kharkiv, a pesar de que el presidente Vladimir Putin aseguró que éste no era su objetivo final sino que se buscaba crear una “zona de seguridad” para limitar el alcance de las ofensivas hacia su territorio
No obstante, las Fuerzas Armadas de Moscú siguen librando batallas en la región de Donetsk, con un “alto nivel de intensidad” en el sector de Pokrovsk, donde se registraron al menos 27 intentos de romper las barreras de defensa.
A raíz de esta situación, el ministro de Relaciones Exteriores de Kiev, Dmytro Kuleba, insistió en las últimas horas en su pedido a los aliados occidentales para que asistan a Ucrania y derriben desde sus propios territorios los misiles lanzados por Rusia.
“No existe ningún argumento legal, de seguridad o moral que impida a nuestros socios derribar los misiles rusos por encima del territorio de Ucrania desde su territorio”, apuntó Kuleba. Asimismo, señaló que estas acciones no implican ningún riesgo para el enemigo ya que sólo son “trozos de metal que transportan la muerte” hacia su país.
Desde el inicio de la guerra, en febrero de 2022, Kiev reclama a Occidente que tome esta iniciativa y lo ayude a neutralizar los objetivos que ingresan en sus fronteras. Entonces, los aliados descartaron el pedido por considerar que representaban un alto riesgo de escalada del conflicto.
Es por ello que, ante la negativa, Kuleba también buscó reforzar los envíos de armamento, clave en sus estrategias. “Si no quieren hacerlo, dennos los medios necesarios, nosotros los desplegaremos en el territorio ucraniano e interceptaremos esos misiles nosotros mismos”, comentó.
Por su parte, la ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, respaldó la importancia de seguir enviando suministros al país. “Cada vacilación y cada retraso en el apoyo a Ucrania se cobra la vida de inocentes, y cada vacilación a la hora de apoyar a Ucrania pone igualmente en peligro nuestra propia seguridad”, declaró.
El Kremlin dio en las últimas horas un nuevo paso en su ofensiva y ordenó el inicio de ejercicios con armas nucleares tácticas cerca de Ucrania en “respuesta a las declaraciones provocadoras y amenazas de ciertos funcionarios occidentales”.
“La primera fase de los ejercicios sobre la preparación y el uso de armas nucleares no estratégicas comenzó”, se lee en un comunicado del Ministerio de Defensa que precisa que las maniobras se desarrollan en el distrito militar Sur, cerca de la frontera.
En esta primera fase, los soldados están practicando la carga de “munición especial” en baterías de misiles Iskander, así como su traslado “de forma oculta” a las zonas de disparo.