El Juzgado de Garantía de Rancagua determinó este sábado ampliar el control de detención de los 17 capturados hasta ahora por el robo que ayer afectó a la sucursal de Brinks ubicada en la capital de la Región de O’Higgins. En la instancia, el tribunal acogió la solicitud del Ministerio Público, que pidió extender hasta el martes la audiencia a fin de realizar una serie de diligencias que aún están pendientes.
La idea es tener claridad de la dinámica de los hechos y de la participación que habrían tenido cada uno de los detenidos en el crimen. Hasta ayer se habían confirmado 16 aprehendidos, pero esta jornada se informó de uno más, quien -según ha trascendido- sería guardia de seguridad de la empresa. Sería él quien dio información clave a la banda para cometer el asalto. El ilícito, en el que una gran cantidad de sujetos participó, ocurrió el viernes. Los delincuentes «llegaron por la parte posterior y delantera e ingresaron a través del escalamiento por la parte posterior a este recinto, y llevaron directamente a la bóveda a los funcionarios amenazándolos, e inmediatamente hicieron una cadena humana para traspasar el dinero hacia el exterior», dijo el jefe de la Zona O’Higgins de Carabineros, general Max Jiménez. Sin embargo, la institución policial tuvo una rápida respuesta, por lo que logró capturar a gran parte de la agrupación, de los cuales cuatro resultaron con lesiones a bala por enfrentamientos con los carabineros. De ellos, dos permanecen graves. Junto con la captura de los antisociales, Carabineros recuperó una gran cantidad de armamento utilizado en el robo, que incluye armas cortas, armas largas e, incluso, un fusil de guerra y una granada de humo.