Durante el III Encuentro de Gremios y Cámaras Sudamericanas para combatir el Comercio Ilícito se presentó un estudio que revela que el comercio ilegal de cigarrillos y ropa usada tiene las mismas rutas y prácticas violentas de bandas criminales a lo largo del eje Bolivia-Puno-Lima.
Este miércoles se llevó a cabo en Lima, el III Encuentro de Gremios y Cámaras Sudamericanas para combatir el Comercio Ilícito, un evento internacional organizado por la Comisión de Lucha contra el Comercio Ilícito de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) de Perú.
La jornada contó con la participación del presidente de la SNI, Felipe James; el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile (CNC) José Pakomio; el vicepresidente de la Cámara Nacional de Industrias de Bolivia (CNI), Gonzalo Morales; y el presidente del Observatorio de Comercio Ilícito y Seguridad de la CNC (OCIS), Manuel Melero.
Además, hubo expositores del sector público y privado, quienes abordaron la problemática del comercio ilícito, que no solo compite deslealmente con las industrias formales, sino que también se vincula al crimen organizado y comparte rutas con el tráfico de drogas, de oro, la trata de personas y otras actividades ilegales que funcionan bajo un esquema transnacional.
El presidente de la SNI, Felipe James, señaló que, además de las implicancias económicas, el comercio ilícito representa un problema de seguridad nacional, que afecta la integridad de nuestros países, y anunció la constitución del Consejo de gremios y cámaras sudamericanas de lucha contra el contrabando, como parte del acuerdo de los gremios participantes.
Por otra parte, el presidente de la CNC,, José Pakomio, señaló que “consideramos de vital importancia institucionalizar estas instancias de colaboración entre países sudamericanos, donde hemos podido compartir experiencias que debemos transmitir a nuestras propias autoridades, de modo tal que, coordinadamente podamos identificar las rutas del comercio ilegal, mejorar los controles de los productos que ingresan y salen del país, dando así un golpe a las bandas organizadas que operan en nuestros países y que se enriquecen a costa del comercio formal”.
Por último, el vicepresidente de la CNI, Gonzalo Morales, resaltó el trabajo realizado durante este encuentro y la conformación del consejo de gremios, subrayando los desafíos que se avecinan. “Tenemos una tarea titánica de lucha contra el contrabando, que actualmente representa el 8% del PIB y mueve más de 3.500 millones de dólares, lo cual conlleva una pérdida para el Estado en impuestos por más de 865 millones de dólares. Así se hace cada vez más necesario que los gremios empresariales trabajen con el Estado para combatir realmente el contrabando”.
Contrabando y financiamiento criminal
Adicionalmente, en la actividad se presentó el estudio “Contrabando y tráfico de cigarrillos y ropa usada: economías ilegales y amenazas a la seguridad”, elaborado por Diálogo Ciudadano y presentado por el ex ministro del Interior, Rubén Vargas, el cual detalla que el contrabando de cigarrillos ilegales y ropa usada en Perú es solo la punta del iceberg de una compleja red de violencia y corrupción, manejada por organizaciones criminales nacionales y transnacionales.
El informe señala que recurren a la seguridad armada de modo ilegal y a la violencia como protección ante otros contrabandistas, organizaciones criminales o efectivos policiales y militares que cumplen funciones de control. Los cigarrillos ilegales también comparten medios de transporte o acopio con productos como el tráfico ilícito de armas, drogas e incluso migrantes.
Desde Chile, participó la investigadora de Athena Lab y experta en criminalidad organizada internacional, Pilar Lizana, quien abordó las rutas actuales del contrabando internacional y el corredor bioceánico que conecta al cono sur, con foco en Argentina, Paraguay, Perú, Bolivia y Chile. “Cuando hablamos de comercio ilícito, hablamos de una empresa criminal que opera al margen de la ley y que está dispuesta a utilizar cualquier herramienta disponible donde opera. La transnacionalidad de este problema la vive no solo Perú, sino también Chile y otros países. Son bienes y servicios que están cruzando fronteras en cualquier parte del mundo para satisfacer una demanda y cuyo origen es ilícito”, expuso la experta. “Esto es mucho más que el tráfico de drogas, mucho más que el tráfico de armas; tiene que ver con una demanda, con un objetivo económico y con que este tipo de grupos tienen jerarquías”.
Otras exposiciones a destacar fueron la del viceministro de MYPE e Industria del Ministerio de la Producción, César Quispe; el superintendente nacional de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat), Gerardo López, quien habló de los retos que supone el comercio ilícito frente al Hub Logístico Industrial Chancay – Callao y el jefe de la Dirección de la Policía Fiscal de Lima, general PNP Nilton Santos Villalta, quien se refirió a las rutas del contrabando en el Perú.
La actividad cerró con un panel internacional que contó con la participación de José Pakomio, presidente de la CNC de Chile; Gonzalo Morales, vicepresidente de la CNI de Bolivia; y Silvia Hooker, gerente de Comercio Exterior y Relaciones Internacionales de la SNI.