El Ejército israelí anunció este lunes el envío de una tercera división al sur de Líbano, donde ya han muerto diez soldados israelíes desde el comienzo de su invasión en combates con el grupo chií Hezbollah.
Los soldados de la División 91 comenzaron actividades operativas dirigidas y localizadas en el sur de Líbano”, se lee en un comunicado castrense.
Desde el comienzo de su invasión del sur de Líbano la semana pasada, que Israel caracteriza de “incursiones limitadas” contra infraestructura del grupo libanés junto a la frontera, el Ejército ha enviado soldados de las divisiones 98, 36 y 91, que incluyen brigadas de paracaidistas, comandos, acorazadas y de infantería.
Según las fuerzas israelíes, los soldados de la División 91 ya han eliminado a decenas de combatientes de Hezbollah en ataques aéreos durante las últimas semanas.
El anuncio llega poco después de que el Ejército confirmase la muerte de un décimo soldado israelí en los combates en el sur de Líbano. Además, dos soldados resultaron gravemente heridos en el mismo incidente.
Desde que Israel intensificó sus ataques contra Hezbollah en Líbano, hace dos semanas, más de 2.000 personas han muerto y un millón se han visto desplazadas en el país vecino, según las autoridades libanesas.
Además, Israel ha ordenado la evacuación de decenas de localidades del sur de Líbano desde el comienzo de su incursión terrestre, lo que hace temer un recrudecimiento de la ofensiva.
El Ejército declaró este domingo otros tres pueblos de la región norteña de la Alta Galilea “zonas militares cerradas”, como ya había hecho en dos ocasiones previas desde el inicio de la invasión terrestre del Líbano la madrugada del martes 1 de octubre.
La nueva zona militar incluye los kibuts de Manara, Yiftah y Malkiah, según un comunicado castrense, que especificó que la entrada a ellos queda ahora estrictamente “prohibida”.
El pasado 1 de octubre, el Ejército israelí denominó también zona militar cerrada a las comunidades agrícolas fronterizas de Dovev, Tivbon y Malkia, todas en torno a un kilómetro de distancia de la divisoria con el Líbano y que llevan casi un año evacuadas debido al fuego cruzado.
Ese segundo cierre llegó precedido por la prohibición de entrada en las comunidades fronterizas de Metula, Misgav Am y Kfar Giladi la tarde del 30 de septiembre, horas antes de la invasión terrestre.
Se trata de comunidades evacuadas desde hace casi un año, tras el inicio del fuego cruzado con Hezbollah a raíz de la guerra en Gaza. Colegios, granjas y casas en ellas están abandonadas, tras el desplazamiento de unos 60.000 israelíes de la frontera norte a hoteles u otras residencias en la zona.
En estas comunidades solo quedan los grupos de “autodefensa” comunitarios, brazos del Ejército, formados por reservistas de la zona que se encargarían de proteger sus propias aldeas en caso de ataque.