Tesla revela innovador y sistema tecnológico para cargar un auto eléctrico sin contacto

Tesla ha revelado un innovador sistema de carga inalámbrica para vehículos eléctricos, una tecnología que inicialmente había desestimado. Este sistema utiliza un campo electromagnético para transferir energía a las baterías sin cables. El Robotaxi, que se espera esté disponible en 2026 con un precio de aproximadamente 30.000 dólares, será el primero en integrar esta solución, prometiendo simplificar el proceso de recarga y facilitar la vida a los conductores.

La carga inalámbrica podría ser clave para la adopción masiva de coches eléctricos, especialmente en lugares donde es complicado instalar puntos de carga fijos. Sin embargo, Tesla aún enfrenta desafíos regulatorios importantes que podrían afectar la implementación de estos servicios de transporte autónomo.

La carga inalámbrica, también conocida como carga inductiva, opera mediante principios de electromagnetismo. Un sistema de carga de este tipo utiliza una base que genera un campo electromagnético, el cual transmite energía a un receptor ubicado en la parte inferior del vehículo.

Esta energía es convertida en corriente eléctrica, que luego se utiliza para cargar la batería. A diferencia de los sistemas de carga por cable, la carga inductiva no requiere una conexión física, lo que simplifica enormemente el proceso de recarga.

Durante la presentación del Cybercab, Elon Musk destacó que este robotaxi no necesitará enchufarse para cargar su batería. En sus palabras, “el robotaxi no tiene enchufe. Simplemente, pasa sobre el cargador inductivo y se carga. Así es como debería ser”.

Sin embargo, a pesar de la revelación, Musk no proporcionó detalles técnicos adicionales sobre cómo funcionará este sistema ni en qué estado se encuentra su desarrollo.

Uno de los principales beneficios de la carga inductiva es la conveniencia. No tener que enchufar el vehículo simplifica la rutina diaria de carga, especialmente en entornos domésticos donde la instalación de cargadores puede ser un desafío. Este sistema también es atractivo para aquellos que no tienen acceso a un garaje o espacio privado donde instalar un cargador convencional.

Según Tesla, la eficiencia de su carga inalámbrica es “muy superior al 90%”, lo cual es notable en comparación con otros sistemas de carga inductiva que históricamente han presentado pérdidas significativas de energía.

El Cybercab de Tesla, previsto para estar en funcionamiento en 2026, será el primer vehículo de la compañía en incorporar esta tecnología. Aunque la tasa de carga de 25 kW es modesta en comparación con los supercargadores de 250 kW que Tesla ofrece en sus estaciones de carga pública, esta tecnología se concibe principalmente para uso en el hogar, donde la velocidad de carga no es tan crítica como la eficiencia y la comodidad.

A pesar de las promesas de Elon Musk, la carga inalámbrica enfrenta desafíos significativos. Uno de los principales es la eficiencia energética. La carga por inducción puede perder más energía en forma de calor que los sistemas de carga por cable, lo cual podría limitar su adopción generalizada.

Esta preocupación fue mencionada por un ingeniero eléctrico en X, quien bromeó diciendo que este tipo de tecnología podría convertirse en un “calentador de espacio con pasos extra” si no se gestiona adecuadamente la energía desperdiciada.

El escepticismo también tiene sus raíces en la tendencia de Musk a hacer anuncios ambiciosos que tardan en materializarse o no cumplen con las expectativas iniciales. Un ejemplo notorio es el proyecto de robots humanoides que Musk presentó en 2021, que resultó ser una persona disfrazada bailando.

Este tipo de demostraciones ha hecho que algunos cuestionen si la carga inalámbrica de Tesla será realmente implementada en el corto plazo o si se trata de una promesa más.

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